viernes, 12 de agosto de 2011

Guardianes de la noche

Sveta se levantó, vino hacia nosotros y me miró compasivamente.
-¿Qué tal si te sientas un rato aquí? Prepararé un té bien cargado.
Sí, tal vez estuviera bien sentarnos juntos un rato. Simplemente eso. Juntos los dos. Tomar té. Hablar o callar, ¿qué más daba? Mirarla a ratos o incluso no mirarla. Oír su respiración o taponarme los oídos. Bastaba con saber que estábamos el uno al lado del otro. Solo los dos.
[...]
¿Es posible que sea incapaz de sonreír?
Asentí con la cabeza y le dediqué una tímida y desganada sonrisa.
-No, mejor vayamos con los demás. Todavía no me he convertido en un veterano de las guerras mágicas.
Semión ya había echado a andar, y aunque nos daba la espalda de algún modo supe que me había dedicado un guiño de aprobación.

Serguéi Lukyanenko: "Guardianes de la noche"

No hay comentarios: