Regresa a mis noches vacías.
Abrázame fuerte, como hacías antaño.
Desnúdame, como tantas otras veces.
Una vez más, clava tus dientes en mi cuello.
Vuelve a desgarrar mi piel con tus uñas.
Rebélame contra mí mismo, hazme gritar.
Abrásame por fuera y por dentro.
Oblígame a gritar pidiendo clemencia.
Hazme temblar buscando tu aliento.
Toma mi sangre y hazme tuyo.
Regálame tu tacto y duerme conmigo.
Muere conmigo, maldita soledad.
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