jueves, 28 de agosto de 2008

Caminando

Caminar por la vida es como hacerlo por una calle transitada:
Hay gente que camina en tu misma dirección y con ella compartes parte del camino. Pueden caminar lentamente delante de ti y entorpecer tu marcha o pueden estar a tu lado haciéndola más agradable; pueden estar junto a ti hasta que alcances tu destino o pueden acompañarte tan sólo unos metros hasta que vuestros caminos se separen.
Sin embargo, hay otras personas que caminan en dirección contraria y con las que coincidimos apenas unos pasos antes de verlas desaparecer entre la multitud. Esa gente es a la que menos importancia le damos, pero no debería ser así, ya que nos suelen proporcionar los momentos más intensos. ¿Te has parado alguna vez a pensar que no necesitas a nadie para tropezar y, sin embargo, necesitas a alguien que camine hacia ti para poder chocarte? ¿Y que dos miradas sólo se encuentran cuando están mirando en direcciones totalmente opuestas?
Tal vez debamos prestar más atención a esos efímeros encuentros en el camino, a los pequeños gestos espontáneos y a las sonrisas fugaces; porque esos momentos se desvanecen rápidamente aunque su magia perdure en nosotros...

Dicen que a veces los cuentos de hadas se hacen realidad, aunque sólo sea por un día. Lo que nunca nos dijeron es que, en ocasiones, ese día es suficiente para toda una vida...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

nene, me sigue flipando como escribes..

Anónimo dijo...

Jooo son cosas bonitas, pero en verdad me dan penita :(

Nosotras ya no caminamos junto a ti, pero te seguiremos muy de cerca x aqui

Besitos

Anónimo dijo...

Hola cariñet! no es una tonteria, me encanta, gracias. Una persona como tu deja huella allá donde pisa y no se olvida. A ver si hablamos pronto.

Besitoos!!! muaa!!