miércoles, 12 de septiembre de 2007

Quería que mi primera entrada estuviera dedicada para un día muy importante en la vida de alguien muy especial para mí: va por ti, Silvia.
Hoy, a las siete de la mañana, ha salido de entre mis brazos hacia Huelva, donde jugará a baloncesto durante la próxima temporada. Sé que es una buena oportunidad de mejorar y me alegro mucho por ella, pero no pude evitar sentirme triste al ver cómo se marchaba... Además, como todos habéis notado, no sólo mi corazón está gris desde entonces, sino que el mismo cielo se ha encargado de procurar un marco ideal para una despedida tan triste...
No puedo dejar pasar esta oportunidad para recordarle lo agradecido que estoy por su apoyo durante estas últimas semanas, sus abrazos, sus mimos, sus caricias en los momentos en los que más los he necesitado.
También quiero discuparme porque hoy te he mentido: te dije que no, pero sí que he llorado al verte marchar, aunque haya sido cuando iba junto a ti en la moto, con el casco puesto para que no me pudieras ver...
Creo que ya sólo cabe recordar lo que ambos sabemos: eres alguien muy especial para mí y me gustaría que siempre estuvieras a mi lado, por muy lejos que estés. Gracias por todo, preciosa

No hay comentarios: