lunes, 26 de noviembre de 2007

Esperando al destino

—¿Perder lo que habéis encontrado, señor? —respondió ella; y clavó en él una mirada grave pero bondadosa.— Ignoro qué habéis encontrado en estos días, y qué podríais perder. Pero os lo ruego, no hablemos de eso, amigo mío. ¡No hablemos más! Estoy al borde de un terrible precipicio y en el abismo que se abre a mis pies, la oscuridad es profunda, y no sé si a mis espaldas hay alguna luz. Porque aún no puedo volverme. Espero un golpe del destino.

—Sí, esperemos el golpe del destino —dijo él. Y no hablaron más; y mientras permanecían allí, de pie sobre el muro, les pareció que el viento moría, que la luz se debilitaba y se oscurecía el sol; que cesaban todos los rumores de la ciudad y las tierras cercanas: el viento, las voces, los reclamos de los pájaros, los susurros de las hojas; ni respirar se oían; hasta los corazones habían dejado de latir. El tiempo se había detenido.
Y mientras esperaban, las manos de los dos se encontraron y se unieron, aunque ellos no lo sabían [...] y de pronto los corazones les latieron de nuevo.


"El señor de los anillos: El retorno del rey" - J.R.R. Tolkien, 1955. (pág. 137)

d-.-b Canción del día: "Rojitas" - Extrechinato y tú
http://www.goear.com/listen.php?v=1c3e676
http://www.letrascanciones.org/extrechinato-y-tu/poesia-basica/rojitas.php

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