43 horas

Un pisotón nunca ha alegrado tanto.
Una sonrisa que ilumina toda la estación.
Un abrazo tan esperado, unos pies que se levantan del suelo.
Un suave beso en la mejilla acompañado de un escalofrío que recorre toda la espalda.
Una maleta enorme para que quepa toda la ilusión.
Poder pensar: "Sí, al fin estamos juntos".
Un coche de choque en la escalera.
Unos nervios que cortaban hasta las palabras.
Un sorpresa que te hace sonreir ("Por favor, qué bonito").
El primer viaje en coche sin saber qué decir.
Una "alfombra-trampa".
Una cerradura que no se deja abrir a la primera.
¿Un regalo? Eso no estaba previsto...
La cara de tonto al ver lo pone en la camiseta.
Un libro que estoy deseando empezar a leer.
Una colonia que sólo estrenaré cuando tu olor se borre de mi piel.
Un té que huele a gloria y debe saber aún mejor.
Una hora hablando a un kilómetro de distancia.
Un horario de comidas (¿quién se acuerda del hambre cuando una sonrisa te alimenta?)
Apagar la luz para poder mirarnos a los ojos.
Unas manos que se encuentran.
Sentir que todo tu cuerpo tiembla con una caricia.
Saber que cualquier excusa es buena para un abrazo.
Deben ser las dos o así... ¡Ostia! ¡Las 6.45!
Ser consciente de que el tiempo vuela.
Llevar apenas unas horas juntos, pero conocernos como si no nos hubiésemos separado en años.
Pasar más de una hora intentando despedirte de alguien, aún sabiendo que lo verás 40 minutos después.
"Dame un beso, para que no me vaya sólo".
Querer volver incluso antes de haberte ido.
"Venga va, otro abrazo y me voy".
Irte... ...y volver.
Poder dormir con la persona con la que sueñas.
Soñar que cuando despiertes, estará a tu lado.
Despertar y ver que no era sólo un sueño.
Abrir los ojos sólo para poder continuar con las caricias.
Trastear y tontear durante toda la mañana.
Una duchita y ¡a volar!
Un paseo por el centro comercial, buscando una cara conocida.
Un hamster que nos mira travieso.
Un regalo mucho más valioso porque lo elegiste tú.
Un experimento gastronómico que resulta estar bueno.
Un ratoncillo suicida.
Unas lágrimas de tristeza que acaban siendo de alegría.
Un ratoncillo suicida, segunda parte.
Un nuevo "hijito" del que todos somos padrinos.
Un viaje en coche, sin soltarte la mano.
Un paseo que no termina nunca.
Un partido increíble, mirando más la puerta que la pista.
Empatadas a 1 minuto del final.
2 tiros libres, a 1,7 segundos del claxon.
Tiempo muerto ("te vamos a querer igual, los metas o los falles")
"Cuéntamelo tú, que yo no quiero mirar..."
El primero entra, ¡bien!
El segundo no, perdemos rebote...
¡¡Bocinazo!! Respiramos tranquilas.
20 minutos y el corazón no se recupera.
Te veo llegar y todo vuelve a ser paz.
Viaje de vuelta, con mi mano entre las tuyas.
Un largo paseo entre casas y veleros.
Unas zapatillas luminosas (te digo yo que sí).
Sentarnos en el fin del mundo, viendo romper las olas.
Una conversación que los dos necesitábamos.
Dos almas al desnudo abriendo sus corazones.
Reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro.
De regreso, dos locos teorizando sobre el amor.
Volver sobre nuestros pasos, pero caminando siempre hacia adelante.
Ser incapaces de decidir dónde cenar.
Una trampa con las papas.
Una salsa "rara".
Volver "a casa".
Una puerta que se niega a abrir.
Entrar en nuestro refugio.
Descansar entre caricias y abrazos.
¿Un pequeño mosqueo?
Caer rendidos de sueño.
Despertar a las 6 y perder el sueño al vernos.
"¿Qué has escrito?"
Recorrer toda tu espalda con mis manos.
"Los labios me saben a crema hidratante"
Abrazarnos y volver a caer dormidos.
Escuchar el despertador y regatear unos abrazos más.
Una ducha, con puñeteo incluído.
Recoger trastos, sin olvidar nada.
Una negociación en recepción.
Una alfombra que acecha.
Una visita turística, con paseo incluído.
Otro coche de choque (¿o era el mismo?)
Una comida "nueva", que también acaba gustando.
Aznar pidiéndote que acabes el postre.
Una camarera que alucina al traer la cuenta.
Sueños con forma de porcentajes.
La ley de Murphy convertida en aparcamiento.
Dos fotos que valen más que el oro.
Aprovechar los últimos minutos juntos.
Regatear un último beso, un último abrazo.
Intentar evitar que caigan las lágrimas.
Alejarme para conseguirlo, pero sin dejar de mirarte.
Sentir como caen al cruzar nuestras miradas mientras te alejas.
Caminar hasta el coche, con los ojos empapados.
Empezar otra vez a echarte de menos...
...y encontrar refugio en tu voz a través del teléfono.

¿Una palabra que lo resuma todo?
MAGIA


Frases del día: "No jooodas"
"Lo mismo es que no me importa una mierda la política económica mundial"

d-.-b "Aicha" - Outlandish
http://es.youtube.com/watch?v=8krO7Q3vSys
http://www.musica.com/letras.asp?letra=3413
(Lo siento, no he encontrado la traducción)